Daniel Murillo Licea
Doctor…
Mi depravación
No tiene límites
Bueno sí
El Bravo
Y el Suchiate
Efraín Huerta
Hablar de la situación del agua en México en la actualidad obliga a observar el deterioro de los recursos hídricos en nuestro país, y a puntualizar que los consecuentes paradigmas estatales que enmarcan la política hídrica han dejado de ser funcionales o son insustentables.
Así, en México la política hídrica debería revisar sus propios marcos conceptuales, iniciando con el concepto de la gestión integrada de recursos hídricos que ya comienza a tener visos de fallas visibles (Biswas, 2004; Kauffer, 2014; Murillo, 2014) y que ha probado, más que su efectividad en el manejo y conservación del agua, una tendencia hacia la escasez y a un deterioro de las cuencas hidrológicas. Aparejado a este concepto, está también el de gobernanza del agua, que juega un papel tanto en las decisiones como en los mecanismos de participación social en el sector hídrico y que, muchas veces, funciona como un efecto de maquillaje y de control hídrico sobre la población (Terán; Boelens; Murillo, 2012).
México atraviesa por un periodo de insustentabilidad hídrica que se refleja en las múltiples manifestaciones referentes a decisiones gubernamentales para la construcción de megaobras hidráulicas, las concesiones mineras y las potenciales por la realización de fractura hidráulica, a la afectación de territorios indígenas, al abandono del campo, a los problemas por inundaciones, a los mecanismos de falta de participación social… todo ello también se ve realimentado por la creciente ola de conflictos por afectaciones socioambientales.
Si hacemos un recuento de estos conflictos y afectaciones nos encontramos con una larga lista que habría que completar. No es exagerado decir que todo México vive una situación conflictiva por los recursos hídricos, en mayor o menor medida, en mayor o menor grado, tanto manifiesta como potencial.
Ejemplos de ello los encontramos en varios casos de trasvases entre cuencas y proyectos hidráulicos: el trasvase de la cuenca del Pánuco para la ciudad de Monterrey, a través del proyecto denominado como “Monterrey VI” (Nuevo León); la construcción del canal Independencia (Sonora), para llevar agua de territorios yaquis a la ciudad de Hermosillo; las obras del Cutzamala (Estado de México); la presa Paso de la Reyna (Oaxaca); la presa y acueducto de El Zapotillo (Jalisco y Guanajuato), para llevar agua a la ciudad de León; la posible construcción de la presa Los Pilares, que afecta al territorio guarijío (Sonora); la construcción de diversos acueductos (Tamaulipas, Durango, Querétaro, Jalisco, Puebla, Guerrero, Oaxaca, San Luis Potosí); el aeropuerto propuesto en zona de importancia hídrico-ambiental (Estado de México).
Sumemos a ello el problema de la contaminación de los cuerpos de agua. Unos casos dramáticos son los de los ríos El Salto y Santiago (Jalisco); la alta contaminación del agua por vertidos industriales (Puebla, Tlaxcala, Hidalgo, Jalisco, Guanajuato); la contaminación de la mayoría de los ríos de México; la contaminación de ríos subterráneos y cenotes (Yucatán). Aunado a ello, la baja cobertura de tratamiento de aguas residuales: 52.7 por ciento al año 2014 (Conagua, 2014); además de que, de 2337 plantas de tratamiento que actualmente se encuentran en operación a nivel nacional, 2.26 por ciento requiere de ampliación y 7 por ciento no funcionan correctamente o requieren mantenimiento (con datos extraídos de Conagua, 2014).
Hay, aún, otras afectaciones de muchos tipos y de varias escalas: la disminución de las aguas fósiles de Cuatro Ciénegas (Coahuila), para alimentar complejos agroindustriales en La Laguna; la potencial privatización de diversos organismos operadores de agua potable y alcantarillado; la contaminación y desastres potenciales por las 26 mil 64 concesiones mineras en el territorio nacional (Segob, 2015); la sobreexplotación de 125 acuíferos en el país; las inundaciones crónicas (Tabasco); la privatizadora Ley General de Aguas que propone la Comisión Nacional del Agua; la afectación (actual y potencial) por fractura hidráulica (fracking) en Tamaulipas, Chihuahua, Nuevo León, Veracruz y Puebla…
Ciertamente, ante tal panorama, hace falta una revisión verdaderamente crítica de la política hídrica y de sus instrumentos, así como la aplicación de soluciones distintas a las ya ensayadas; la búsqueda de consenso y participación real de los ciudadanos, para integrarlos a la toma de decisiones; el reconocimiento de los territorios indígenas y el manejo de sus recursos naturales; acciones reales para la sustentabilidad hídrica, mantener el caudal ecológico y encontrar mecanismos eficientes que permitan cumplir con el derecho humano al agua y al saneamiento, ampliando la cobertura de agua potable y los servicios de disposición y tratamiento del agua, sobre todo en localidades rurales y en zonas periurbanas.
Fuentes
BISWAS, ASIT K.
2004 “Integrated Water Resources Management: A Reassessment”, Water International, Volume 29, Number 2, Pages 248–256.
BOELENS, RUTGERD
2012 “La gobernanza del agua como política de dominación”, en Daniel Murillo Licea (coord.), Gobernanza del agua, un desafío actual.Hacia una mirada crítica del concepto y de su aplicación, IMTA, México, pp. 102-107.
CONAGUA
2014 Inventario Nacional de Plantas Municipales de Potabilización y de Tratamiento de Aguas Residuales en Operación. Diciembre 2014
KAUFFER MICHEL, EDITH F. (COORD.)
2014 Cuencas en Chiapas: la construcción de utopías en cascada, CIESAS-RISAF, México.
MURILLO LICEA, DANIEL
2014 “Comentarios sobre la seguridad y la soberanía hídrica, un revés a la (in) gobernabilidad del agua”, en Fernando Pérez Correa (coord.), Gestión pública y social del agua en México, UNAM, México, pp. 34-43.
MURILLO LICEA, DANIEL (COORD.)
2012 Gobernanza del agua, un desafío actual. Hacia una mirada crítica del concepto y de su aplicación, IMTA, México.
SECRETARÍA DE GOBERNACIÓN
2015 Estudio de la minería en México, Segob, México.
TERÁN, JUAN FERNANDO
2012 “La gobernanza del agua en América Latina: algunas acotaciones sobre la historia de la práctica de un concepto difuso”, en Daniel Murillo Licea (coord.), Gobernanza del agua, un desafío actual. Hacia una mirada crítica del concepto y de su aplicación, IMTA, México, pp. 89-100.