María Teresa Rodríguez
CIESAS Golfo
La inaplazable llegada de Donald Trump a la Casa Blanca ha sido una noticia alarmante para la población de los países del Triángulo del Norte Centroamericano (Guatemala, Honduras y El Salvador). El presidente de Estados Unidos ha amenazado con deportaciones masivas de los migrantes indocumentados y con un mayor control de las fronteras y otras medidas discriminatorias y xenófobas. Las advertencias ponen en riesgo a los centroamericanos que viven en Estados Unidos situación migratoria irregular. Muchos de ellos han sido víctimas de violencia y condiciones de pobreza en sus países de origen, y de autoritarismo, abuso y corrupción en su tránsito por México.
El campo migratorio transnacional se verá severamente afectado por los inminentes cambios en la política migratoria estadounidense. Una de las consecuencias más previsibles es el fortalecimiento de México como lugar de destino de los migrantes centroamericanos. Las políticas migratorias estadounidenses tendrán ésta y otras implicaciones que obligarán al gobierno mexicano a reconsiderar su posición estratégica, y a redefinir sus formas de interacción con los migrantes centroamericanos, las cuales no se han distinguido por ser solidarias y respetuosas de sus derechos humanos.
A partir de la victoria de Trump, la prensa ha registrado una creciente incertidumbre en la región centroamericana. Se afirma que muchas personas han acelerado sus planes para viajar a Estados Unidos, alentadas por los traficantes de personas (“coyotes”) para que se trasladen antes del 20 de enero. Este apremio ha dado lugar a que familias enteras se deshagan de sus bienes y pertenencias para cubrir los costos del viaje.1 Pero hay también información en el sentido inverso; se señala que la llegada de Trump ha causado alarma e inquietud entre migrantes mexicanos y centroamericanos, por lo que cientos de ellos están optando por retornar a sus lugares de origen antes de que empiecen las deportaciones.
La política migratoria anunciada tendrá como consecuencia una mayor fragilidad de la población migrante centroamericana, la cual es considerada como el grupo migrante más vulnerable del hemisferio occidental2. Frente a la incertidumbre, migrantes en tránsito por México que planeaban llegar a Estados Unidos, están optando por quedarse en este país –tramitando la visa humanitaria o de manera irregular–; mientras que otros sondean las posibilidades de solicitar refugio en Canadá. Otros más se proponen llegar a Estados Unidos a pesar de las dificultades.3 Es muy probable que muchos de quienes planeaban llegar a Estados Unidos decidan asentarse sobre todo en los lugares donde cuentan con redes familiares y sociales, como en los estados fronterizos de Chiapas y Tabasco. Dichas entidades han estado ligadas desde hace décadas al flujo migratorio centroamericano, a partir de la movilidad laboral transfronteriza y de los conflictos político-militares en la zona, lo que dio lugar al desplazamiento de guatemaltecos y salvadoreños en busca de refugio en territorio mexicano (Fernández Casanueva, 2016; Rivas, 2016). Sin embargo, la dispersión de migrantes centroamericanos a lo largo de todo el país, es ya un hecho evidente.
Las miles de deportaciones de centroamericanos y mexicanos realizadas durante la administración de Obama, han generado una mayor fragmentación y dispersión de familias enteras. Este proceso se verá acentuado con las medidas anunciadas por Donald Trump. Los menores son, y seguirán siendo, los más afectados por estas dinámicas de desintegración familiar.
¿Continuarán las autoridades migratorias mexicanas con las fuertes medidas de aseguramiento y deportación de centroamericanos, y con el severo control fronterizo en los estados del sur? Durante el mandato del presidente Obama miles de centroamericanos fueron repatriados por los gobiernos mexicano y estadounidense. México deportó en el año 2015 a 166 mil centroamericanos, casi el doble que Estados Unidos en el mismo periodo.4
Por otro lado, el regreso masivo de los centroamericanos deportados de Estados Unidos, traería serias implicaciones en la endeble economía y estabilidad social de sus países. La caída drástica de las remesas y el desarraigo de los migrantes de retorno a contextos donde priman la violencia y los escases de fuentes de empleo, agudizaría la crisis económica y social en los países del Triángulo del Norte Centroamericano. En el caso de Honduras, 20 por ciento del PIB procede de las remesas de los migrantes; en El Salvador, 16.4 por ciento, y en Guatemala 10 por ciento, aproximadamente. 5. Según Quiñones y Barrios (2016), en el año 2015 las remesas en Centroamérica tuvieron un récord de 15 mil 818 millones de dólares, 7 por ciento más que en 2014.
Tanto México como los países del TNC se encuentran indispuestos para el regreso masivo de sus ciudadanos. El gobierno mexicano anunció un plan de 11 puntos para auxiliar a sus ciudadanos que emigraron de forma legal o ilegal, el cual incluye información actualizada sobre las políticas migratorias estadounidenses. Pero los retos que se aproximan exigen esfuerzos más radicales y coordinados con los países de Centroamérica. Son imperativos impostergables las acciones dirigidas a mejorar las condiciones de vida de las poblaciones locales. Resulta primordial mejorar el escenario relacionado con la seguridad, la violencia y el respeto a los derechos humanos, optimizar los servicios de salud y de educación y combatir la enorme desigualdad económica y social.
Es ineludible la observación y análisis de las trasformaciones de los flujos migratorios que tendrán lugar en el nuevo contexto geopolítico. Previsiblemente, a pesar de todo, continuará el flujo migratorio desde el Triángulo del Norte Centroamericano, en tanto se mantenga la situación de violencia y falta de oportunidades en aquellos países, pero el trayecto de los migrantes será más difícil y riesgoso. Estas circunstancias favorecerán el tráfico de personas, la discriminación y los procesos de exclusión social. Dada esta alarmante situación, desde la academia y la sociedad civil se han levantado distintas voces, urgiendo a las autoridades mexicanas para que se asigne estatus de refugiados a quienes llegan al país huyendo de la violencia, así como para que se analicen las condiciones de las personas que podrían ser solicitantes de asilo. Desafortunadamente, las autoridades migratorias no dan solución expedita a las solicitudes de refugio; en muchos casos los migrantes ni siquiera solicitan dicho reconocimiento a pesar de que corren peligro –incluso de muerte– si regresan a su país.
Es urgente que el gobierno de México se disponga a la búsqueda de opciones para recibir honrosamente a los migrantes mexicanos deportados, así como a los cientos de centroamericanos que están adoptando a México como país de destino.
Referencias
“Ola de migrantes hacia EEUU antes de que Trump asuma el poder”. www.hispanotv.com, 25 de noviembre de 2016. Consultada el 2 de diciembre de 2016.
“Prevén que migración centroamericana se quedará en Tabasco por triunfo de Trump”. 9 de noviembre de 2016. www.reporterosdelsur.com Consultada el 5 de diciembre de 2016.
“Centroamérica espera con temor la nueva política migratorio de EEUU”. 10 de noviembre de 2016. www.elcomercio.com. Consultada el 23 de noviembre de 2016.
Fernández Casanueva, Carmen. 2016. “Buscarse la vida en un rincón del sur: hombres y mujeres de origen hondureño trabajando en Tapachula y Huixtla”, en: Ichan Tecolotl, septiembre, 2016, http://ichan.ciesas.edu.mx/. Consultado el 8 de diciembre de 2016.
Pederzini, Carla, Riosmena, Fernando, Masferrer, Claudia, and Molina, Noemy (2015) “Tres décadas de migración desde el triángulo norte centroamericano: Un panorama histórico y demográfico”, CANAMID Policy Brief Series, PB01, CIESAS: Guadalajara, Mexico. Disponible en: www.canamid.org. Consultada el 2 de diciembre de 2016.
Quiñones, Eswin y Antonio Barrios. 2016. “¿Qué pasaría en Centroamérica si ocurre una ola de deportaciones?”. 11 de noviembre de 2016. www.univisión.com. Consultada el 24 de noviembre de 2016.
Rincón, Sergio. 2016. “Los migrantes centroamericanos que pasan por México no le temen a Trump pero sí a sus seguidores”. 11 de noviembre de 2016. www.univisión.com. Consultada el 2 de diciembre de 2016.
Rivas, Jaime. 2016. “Trayectorias emergentes, historias recurrentes. Inmigrantes salvadoreños en el Soconusco, Chiapas. Ichan Tecolotl, septiembre, 2016, http://ichan.ciesas.edu.mx/. Consultada el 8 de diciembre de 2016.