A diez años del premio de la Cátedra Interinstitucional Arturo Warman, La Casa Chata del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social fue sede de la reunión de dos días dedicado a repensar la obra académica del Dr. Warman. El evento, organizado por la doctora Patricia Torres Mejía, representante de la Cátedra por parte del CIESAS los días 27 y 28 de octubre en las instalaciones de la Casa Chata. Durante esos días se realizaron cuatro actividades:
1) Siete sesiones dedicadas a considerar la pertinencia y actualidad de su contribución antropológica desde la relectura de siete de sus libros principales.
2) Una exposición de fotografías del doctor Warman tomadas a lo largo de su vida y la exhibición de sus publicaciones como de los trabajos premiados por la Cátedra. Ximena González Munizaga estuvo a cargo de la misma
3) Develación de una fotografía por parte del Dr. Agustín Escobar, Director General del CIESAS y la Dra. Teresa Rojas, viuda de Arturo Warman. La sala en que se develó la fotografía y en donde se llevaron a cabo las sesiones académicas, fue nombrada “Sala Arturo Warman” por el doctor Escobar Latapí en memoria de uno de los cuatro fundadores de CISINAH hoy CIESAS
4) Lanzamiento de la nueva página de la Cátedra Interinstitucional Arturo Warman a cargo del PUIC y dentro del servidor de la UNAM a cargo del Mtro. Juan Mario Pérez Martinez, Secretario Técnico del PUIC-UNAM.
Antes de comentar los aportes del evento, recordemos que la Cátedra Interinstitucional Arturo Warman es un acuerdo de colaboración iniciado el 19 de noviembre de 2004 entre siete instituciones nacionales de carácter académico en las que colaboró el antropólogo Warman: Universidad Nacional Autónoma de México, Colegio de México, Colegio de Etnólogos y Antropólogos Sociales, Universidad Iberoamericana, Instituto Nacional de Antropología e Historia, Universidad Autónoma Metropolitana, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social y El Programa Universitario de Estudios de la Diversidad Cultural y la Interculturalidad (PUIC) de la UNAM que preside la Cátedra. El objetivo de la Cátedra es profundizar en el estudio de la obra del Doctor Arturo Warman y su obra académica, analizarla a través de las diversas áreas del conocimiento y de la cultura, atendiendo a su carácter interdisciplinario. Organizar y realizar conferencias, congresos, coloquios, diplomados, cursos y seminarios y realizar un concurso bianual de carácter nacional, en los que se reconozcan los principales aportes en los campos de reflexión del doctor Warman en los ámbitos de la investigación y tesis de licenciatura y posgrado.
Este año se cumplió una década de los premios a las mejores tesis. La convocatoria de esta sexta edición tiene el tema: recibió trabajos del 2 de mayo al 28 de julio de 2016. Cuyo tema es ¿De explotados a prescindibles? Respuestas e iniciativas campesinas en el México actual. Con las temáticas: Comunicación de saberes y tecnologías, abandono del campo, degradación ambiental, migración, extractivismo.
El evento académico inició con la presentación e inauguración del mismo por parte del etnólogo José del Val, amigo y colaborador de Warman y quien preside la Cátedra en su carácter de director del PUIC. En seguida, Antonieta Gallart, antropóloga social, alumna, amiga y colaboradora en las diferentes instituciones gubernamentales que presidió Arturo Warman, dio una semblanza de su vida y obra, destacando los contextos socio políticos de los libros a ser discutidos en el resto de las sesiones.
La relectura del libro “La danza de moros y cristianos” 1972 y su legado discográfico publicado por el INAH estuvo a cargo de el Dr. Sergio Navarrete Pellicer (CIESAS, Pacífico Sur), el Mtro. José Joel Lara González (doctorante, CIESAS DF) y la Dra. Mariangela Rodríguez Nicholls (CIESAS DF). Destacaron la temprana incursión de Warman en un análisis cultural innovador en su época, de corte gramciano poco apreciado por especialistas de la cultura. Sigue siendo pertinente considerar las “danzas de conquista” como eventos centrales para entender proceso de dominación y aculturación, procesos no resueltos en los que los dominados o subalternos buscan caminos a la igualdad usando los “textos” que ofrecen los dominados. Lina Odena amiga cercana a Arturo y contemporánea de su época “folklorista” fue invitada a recordarnos cómo se gestó el primer documental etnográfico hecho por antropólogos mexicanos (Alfonso Muñoz, Guillermo Bonfil, Victor Anteo y Arturo Warman) antecedido por la solicitud al INAH de la creación de un departamento de cine etnográfico.
En la mesa en torno al libro “…Y venimos a contradecir. Los campesinos de Morelos y el Estado Nacional”, 1976, los doctores José Luis Escalona Victoria (CIESAS, Sureste), Luis Miguel Morayta Mendoza (INAH, Morelos), y Eduardo Camacho Mercado (Universidad de Guadalajara, CU Los Lagos)
coordinados por Mercedes Villacorta, presentaron su relectura. Se trata de un libro escrito en una época de “verdaderos encontronazos académicos y políticos” entre posturas campesinistas y descampesinistas, debate que invita a una investigación sobre el devenir campesino en el Oriente de Morelos en estos últimos 40 años. Producto de una investigación en la que participaron estudiantes de maestría y licenciatura la Universidad Iberoamericana, cuenta con una serie de recortes analíticos, que como vimos más adelante, caracterizan a otros libros y ensayos de Arturo. Comentaron, que Warman contempla a los campesinos en sus múltiples relaciones como parte del todo nacional. Destaca el uso de la memoria y los archivos para tratar de explicar la permanencia del campesinado que no es conservadurismo, a la par de ubicar la diferenciación de los habitantes del campo mexicano a principios del siglo XX presentando una geometría política de la región de estudio.
La mesa en torno al libro “La historia de un bastardo: maíz y capitalismo”, 1988, contó con la participación de el Dr. Arturo Argueta Villamar (CRIM, UNAM) y el Dr. Jesús Ruvalcaba Mercado (CIESAS, DF), coordinada por la Dra. Verónica Ruiz Lagier (DEAS, INAH). Este libro destaca cómo la historia social del maíz, nos dicen los ponentes, lleva a Arturo al mundo, a los lugares en donde el maíz fue recibido por campesinos y agricultores de África, China, Europa y lugares de América en donde aún no se cultivaba. Argueta destacó como es defendida la planta por diferentes grupos de pueblos indígenas y campesinos, quienes luchan por conservarlo cultivándolo año con año y evitando la entrada de granos transgénicos a sus campos. Por su parte, Ruvalcaba indicó que se trata de una obra sobre el maíz con un enfoque global que no ha sido superada, dando su lugar a esta planta domesticada, producida y transformada para consumo por civilizaciones mesoamericanas; una contribución a la conformación del sistema mundial.
El viernes 28 de octubre inició con la relectura de dos libros: «Los campesinos: hijos predilectos del régimen», 1972 y «El campo mexicano en el siglo XX», 2001, a cargo de el Dr. Héctor Robles Berlanga (UAM, X, Fundar), el Mtro. Francisco Javier Guerrero (DEAS, INAH), la Dra. Ana Paula de Teresa Ochoa (UAM, I) y Dr. Antonio Yunez Naude (CEE, Colmex) coordinados por la Dra. Carmen Bueno Castellanos de la Universidad Iberoamericana
Ana Paula de Teresa y Xavier Guerrero pusieron la nota en el primer libro sobre campesinos de Warman, producto de un conocimiento de campo recorriendo todo el país al trabajar para la banca agrícola y plasmando una definición de este grupo social dentro de las clases sociales de México. Robles berlanga y Yunez se centraron en el segundo libro destacando la importancia que da Arturo a la lectura analítica del dato construido por encuestas y cuestionaros, base del dato estadístico. Destacaron la diversidad de relaciones con el campo a raíz de la revolución de principio de siglo y de la Reforma al artículo 27 constitucional a finales del milenio. Cuestionaron los conceptos legales de “Propiedad social” y “Propiedad privada” como si los propietarios se comportaran de maneras univocas al tener una u otra propiedad. Además, indicaron que los ejidatarios continúan trabajando en minifundios, recibiendo el apoyo del Estado (Procampo), no se ha vendido la tierra, pero poca se trabaja en asociaciones colectivas. Ana Paula de Teresa indicó que un gran cambio es la presencia del narcotráfico dentro de las poblaciones rurales, que conviven en la desconfianza. Los recursos extraordinarios de la producción para narcotraficantes, llegan a superar las remesas enviadas por trabajadores migrantes nacionales e internacionales, por lo que invita a ubicar al campesino dentro de procesos globales. La violencia, siempre ha existido, son sujetos de violencia continua del Estado, represión a la disidencia que ahora se incrementa por la represión del crimen organizado, tema que fue ampliado en la última sesión. Warman plateó tres escenarios al final de su obra, al momento ninguno se ha cumplido. Lo que se va logrando es la seguridad jurídica que da tener un título de propiedad.
La penúltima mesa estuvo dedicada a el libro “Estrategias de sobrevivencia de los campesinos mayas”, 1985, en la que se contó con la presencia de la Dra. Maya Lorena Pérez Ruiz (DEAS, INAH) y la Dra. Gabriela Torres Mazuera (CIESAS, Peninsular), coordinada por el Dr. José Luis Escalona (CIESAS Sureste). Se trata de un estudio de caso de una construcción social peculiar; “la milpa” en la península de Yucatán.
un presentación precisa del cuidado que ponía Warman a la contextualización del dato etnográfico, el dato cualitativo construido, de nuevo, por diferentes estudiantes de antropología de la UAM Iztapalapa y el equipo de Hernández X. del Colegio de Graduados de Chapingo, con una antropóloga de la ENAH, Maya Lorena Pérez. Se trata de una mirada micro a las estrategias domésticas de reproducción social con el modelo de producción de “la milpa” ambas destacaron la importancia que da Warman al trabajo femenino en las dimensiones de resistencia para la permanencia: relaciones con el mercado, la venta de fuerza de trabajo y la producción en la milpa. La defensa de la milpa como sistema de manejo medio-ambiental, comentó Gabriela Torres, hoy se da, gracias a la importancia de la producción de miel para la exportación, lo que exige que se evite la destrucción del modelo milpa para evitar la desaparición de las abejas nativas. Maya Lorena Pérez comentó que una ausencia grave para comprender la continuidad y persistencia del modelos campesino que no da resultados de ganancia al analizar costo/beneficio es el no dar importancia de la identidad cultural a un modelo de vida que se aprecia, desea y arraiga.
La última sesión estuvo dedicada a la presentación de…el libro » Los indios mexicanos en el umbral del milenio” , 2003, en ella participaron el Arq. Jaime Martínez Veloz (Comisionado para el Diálogo con los Pueblos Indígenas de México), el Dr. Federico J. Mancera-Valencia (CID, Chihuahua), y el el Mtro. Diego Prieto, Presidente del Colegio de Etnólogos y Antropólogos Sociales (CEAS) como moderador.
Federico Mancera inició con las seis normas que envió Warman a los diferentes centros Coordinadores INI, cuando fue su director, normas en la que destacaba el escuchar la propuesta de las asambleas para toda acción de desarrollo. Hizo una presentación fina del libro para indicar la actualidad del análisis y del recorrido hecho por Warman del desarrollo de la sociedad indígena hasta el inicio de este milenio. Presenta de manera magistral las múltiples pantallas de una categoría política que no es jurídica, así, da lugar a la dimensión demográfica, cartográfica, educativa, tipos de asentamientos, lenguas, producción, trabajo de la población indígena de México, población que se fracciona y diferencia evitando su acción colectiva. Destaca el temor de políticos en el poder a una “balcanización” del país a raíz de levantamientos indígenas que exigen autonomía en sus decisiones, Federico nos llevaba a la situación de los pueblos rarámuri en Chihuahua. Martínez Veloz, en contraste, se despegó del carácter analítico de la obra para referirse al análisis de los acuerdos de San Andrés; él participó en los diálogos para la paz a raíz del levantamiento zapatista. La lectura de este pasaje en el libro y de la postura analítica de Warman le hicieron ver la coincidencia en postura de ambos “cómo me hubiera gustado haberlo conocido y dialogado en esos momentos”. Relató las posturas de su grupo y las dificultades para llegar al acuerdo con la parte zapatista y autoridades federales. La insistencia en que con la aceptación de la propuesta zapatista no se balcanizaba al país y se abrían oportunidades de desarrollo a las comunidades. Para llegar a la ley que obliga a la consulta de los pueblos indígenas en todo proyecto de desarrollo que afecta sus poblados y tierras. Sinn embargo, al analizar la composición de las cámaras queda claro que están borrados del mapa de negociaciones políticas del país. Por ello el atropello de los megaproyectos, de las mineras, de la agroindustria sobre tierras de los pueblos indígenas. Antonieta Gallart recordó que la fracción séptima del Artículo 27 constitucional, en su segundo párrafo, habla de brindar protección a la integridad de las tierras indígenas, pero está pendiente traerlo a la mesa para elaborar las leyes secundarias que le permitan llevarlo a cabo.
Esta relectura de algunas de las obras de Arturo Warman invitó a todos a incluir el rigor de la investigación para el análisis de problemas nacionales en la formación de futuros científicos sociales, en la toma de decisiones de servidores públicos, investigadores, activistas campesinos e indígenas. Contamos con más de doscientas personas como asistentes, variando el grupo de mesa en mesa entre quienes estuvieron académicos y alumnos de distintas instituciones del país, colaboradores y amigos de Arturo en sus tiempos de funcionario.
Esperemos que las obras, hoy todas agotadas, sean reeditadas y subidas en forma electrónica a la página de la cátedra e invitar a continuar el diálogo iniciado en seminarios dedicados a las diferentes maneras de abordar a la sociedad campesina, rural e indígena de Arturo Warman.