Cuando cierro los ojos (México, 2019) – Documental de Sergio Blanco y Michelle Ibaven

Anaid Sierra

Estudiante del doctorado en Antropología (ciesas-Ciudad de México), correo electrónico: <anaidsierra@hotmail.com>.

Cuando cierro los ojos es un documental realizado por el español Sergio Blanco y la mexicana Michelle Ibaven. Trata sobre dos historias. La de Adela, una mujer mazateca condenada a diez años de prisión, presuntamente por haber matado a su cuñado; y la de Marcelino, hablante de mixteco, quien recibió una condena de treinta años de prisión, también bajo la sospecha de haber cometido un homicidio. Desde el encierro, los protagonistas hablan de su vida en sus comunidades de origen y de la añoranza por volver a ver a su gente. En sus relatos se entrelazan también, el temor y sufrimiento ocasionado por la tortura física y emocional que los llevó a confesiones forzadas y a la admisión del delito frente a un tribunal que no sabe escuchar en todas las lenguas.

Los casos de Adela y Marcelino no son aislados. El largometraje revela una realidad alarmante: en México, el 80% de las personas indígenas detenidas por la presunta comisión de un delito, no cuentan con un intérprete-traductor. Yendo más allá de la exposición del crudo dato que muestra la disfuncionalidad lingüística del aparato judicial mexicano, el filme cumple la función de habilitar (mediante las cámaras, micrófonos y cientos de ojos y oídos frente a la pantalla grande) un tribunal popular donde sus historias puedan ser escuchadas y sus voces rompan el silencio al que fueron injustamente condenados.

Para la comunidad antropológica y el público en general es un documental imperdible, ya que ayuda a entender el funcionamiento de las burocracias judiciales desde una perspectiva sociocultural. Acertadamente, los realizadores no ofrecen un veredicto de inocencia o culpabilidad frente a los casos, su intención es otra. Por un lado, visibilizar la dimensión simbólica y política del silencio inducido en personas indígenas que se enfrentan al aparato de justicia. Por otro, mostrar los testimonios de los protagonistas (ofrecidos en sus lenguas maternas) como un acto de resistencia política ya que, palabra a palabra, Adela y Marcelino construyen la justicia que les fue negada: la de ser escuchados.