Dentro del Foro se discutieron temas significativos para el estudio de los pueblos indígenas. Los investigadores egresados del Programa dieron cuenta de su conocimiento y aportes sobre temas como diversidad, migración y género. Plantearon nuevas formas de ver las dinámicas sociales y algunos, nuevas metodologías para abordarlos.
Por ejemplo, el Dr. en Antropología Fortino Domínguez propuso el término de diáspora como una herramienta teórica para interpretar la cultura de algunos pueblos indígenas de México, como es el caso de los zoques.
Dice: “Aunque la diáspora implica desplazamiento humano; dispersión de los sujetos; trauma colectivo y racismo en los nuevos contextos, también implica un florecimiento cultural; un sentido de pertenencia que trasciende las geografías y que pasa de generación en generación”.
Domínguez usa la diáspora zoque, como metodología para poder entender la historicidad del pueblo del cual es originario. Construye la diáspora zoque a partir de desplazamientos caciquiles en 1876, flujos migratorios en los años cuarenta, la erupción del volcán Chichonal en 1982 y una importante migración internacional en los años noventa, que dan pie a la construcción social de los zoques.
Para la Mtra. Erika Sebastián los contextos sociales que viven las mujeres nahuas de Guerrero están repletos de violencia. Considera que ellas están sitiadas, por un lado por el narcotráfico, por proyectos neoliberales y por el patriarcado en su propia comunidad. Estas mujeres usan la recuperación de sus saberes como un mecanismo de resistencia ante la violencia que viven en las comunidades indígenas.
“Las mujeres en las comunidades juegan un rol muy valioso como reproductoras de las prácticas comunitarias”. De tal manera que en ellas se visibiliza un nuevo papel como protectoras de los saberes, de su identidad y de la historia de sus pueblos.
La Mtra. Nilvia Ordón fue más allá en la reflexión en torno a género al abordar los roles sociales de las muxes. Hablar de las muxes “es hablar de la diversidad y tolerancia en México pues la función social de ellas en la comunidad es de educadoras sexuales y cuidadoras de las personas que requieren apoyo”. En la comunidad aportan económicamente y pueden tener acceso a cargos comunitarios.
Sus pesquisas también dan cuenta de que no en todos los espacios sociales son reconocidas. Afirma que las muxes migrantes en las ciudades se emplean como trabajadoras domésticas, y que en esos espacios no entienden su identidad y son excluidas socialmente.
Para concluir, el Mtro. Telmo Jiménez reflexionó sobre el papel de ellos mismos como profesionales de lo social en sus comunidades de estudio, que a su vez son las de origen. Jiménez abordó en el Foro el tema respecto al sistema normativo de Tlahuitoltepec Mixe. Afirma que los profesionistas indígenas que regresan a Tlahui no han perdido lo comunitario y buscan seguir reproduciendo los usos y costumbres.
Desde la misma comunidad se ha analizado cómo reestructurar el sistema normativo e integrar a los profesionistas de manera igualitaria en los cargos pues conocen el valor agregado para el bien del pueblo.
Sin embargo, todavía no se llega a un consenso sobre la participación de los jóvenes profesionistas, pues el sistema de cargos representa cuestionamientos en la vida comunitaria que impacta en la vida profesional.
Reconoce y valora que en su comunidad “es evidente la trayectoria de profesionistas de diversas disciplinas que inciden y promueven la educación que, aun con la movilidad educativa, regresan a la comunidad”.
Es importante señalar que la inquietud sobre el papel de los profesionistas indígenas dentro de las dinámicas de la comunidad a la que pertenecen es un tema recurrente en los egresados del Probepi.