Heather Fowler-Salamini
Bradley University
(Córdoba, Veracruz, 1907-1983)
Eufrosina Moya Magdaleno fue una líder sindical y activista veracruzana que luchó en la época posrevolucionaria por los derechos laborales de las obreras, en particular un salario igual por trabajo igual, garantizados en el artículo 123 de la Constitución de 1917 y la Ley Federal del Trabajo de 1931. Dedicó su vida a lograr la igualdad de las obreras en espacios económicos, sociales y políticos. Su propio autoempoderamiento rompió estereotipos tradicionales de clase social, de raza y de género en la sociedad patriarcal de Veracruz.
Moya nació fuera del matrimonio en un pueblo cercano a Córdoba en 1907. Su madre emigró a la ciudad en busca de trabajo y para que su hija tuviera acceso a la educación. Al terminar sus estudios de primaria, Eufrosina quiso entrar a la Normal, pero tuvo que trabajar desde los 15 años para ganarse la vida. Laboró por 40 años (1922-1962) como escogedora o desmanchadora en los grandes beneficios secos, que preparaban el café para la exportación a Estados Unidos y Europa. Se convirtió en una de las líderes laborales de la industria cafetalera más poderosas y famosas. La jovencita carismática atrajo la atención de las dirigentes del Sindicato de las Obreras Escogedoras de Córdoba, una organización fundada en marzo de 1915 que emergió como el sindicato más grande de obreras en el país. A los 30 años, en 1937, la eligieron secretaria general del sindicato que contaba con 1500 afiliadas; lo encabezó hasta los años sesenta. En la década de los cincuenta ejerció su liderazgo en la confederación estatal que tenía a miles de trabajadores y trabajadoras de la industria cafetalera. La Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM) y la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROM) reconocieron los talentos organizativos de Eufrosina y la comisionaron para movilizar a obreras en varias partes de la república.
Moya luchó por la justicia social de las obreras jóvenes, enfermas, ancianas, mulatas y temporales, a quienes las otras líderes sindicales marginaron. Su habilidad de oratoria y su espíritu combativo la ayudaron a convertirse en la portavoz de las escogedoras en sus luchas contra líderes corruptos de la CROM. Además, negoció con los beneficiadores españoles por los contratos colectivos de trabajo, que incluyeron un salario digno, jornadas de ocho horas, vacaciones, seguro médico y prestaciones sociales. En varias ocasiones invitaron a Eufrosina a los congresos de la CROM en Orizaba y en la Ciudad de México para que diera discursos apasionantes.
Como mulata, Moya rompió el estereotipo de la mujer tradicional en cuestiones de género, de clase y de raza. Se casó con un músico, en contra de la voluntad de su familia política acomodada, y tuvo seis hijos. Su fama se extendió fuera del mundo sindical en los espacios públicos debido a su belleza, tenacidad, carisma y honestidad. Sus confrontaciones con las autoridades y sus gritos “antigachupines” en los desfiles conmemorativos de la Independencia contribuyeron a su fama. La sociedad acomodada la apodó “la Negra Moya”. En cierto sentido se le podría considerar feminista por su apoyo a los derechos laborales y el sufragio femenino dentro del movimiento nacional sindical. Otros podrían caracterizarla como una mulata activista que cruzó fronteras de raza y de clase para confrontar y negociar con una élite blanca y patriarcal.
Heather Fowler-Salamini
Bradley University