Marissa González
Dos horas con 14 minutos después de realizar un simulacro en conmemoración del 32 aniversario del sismo que devastó la Ciudad de México en 1985, la naturaleza nos sorprendió con un nuevo terremoto de 7.1 grados en la escala Richter.
A diferencia del sismo de 1985, minutos después de lo sucedido, cientos de usuarios en redes sociales comenzaron a distribuir información sobre las afectaciones por el movimiento telúrico, mientras que el Gobierno de la CDMX y Gobierno Federal realizaban recorridos de reconocimiento, los usuarios circulaban imágenes y videos de las estructuras colapsadas en Álvaro Obregón 284, Ámsterdam 15 y 25, la fábrica de ropa en Chimalpopoca y el derrumbe de la escuela Enrique Rébsamen al sur de la Ciudad.
Las redes sociales digitales como Facebook, Twitter, WhatsApp y Snapchat sirvieron a los llamados millennials para coordinar esfuerzos de miles de personas después de la emergencia. Aunque, existían antecedentes de movilizaciones digitales relacionadas con desastres naturales, el momento histórico y la forma de organización por parte de la juventud mexicana hicieron que este sector etiquetado como “apático” mostrara la utilidad de redes sociales digitales, que estas no solo sirven para hablar de fútbol, farándula o sus estados de ánimo.
La conversación permaneció plasmada en los miles de tuits #FuerzaMéxico, los cuales convirtieron la fuerte sacudida de tierra en una tendencia mundial en Twitter.
Lo interesante de este grupo usuarios es que su presencia, labor y visibilidad no fue solo en el ciberespacio, ellos tomaron las riendas en las calles y ofrecieron ayuda para levantar escombros, realizar labores de búsqueda, verificación, rescate o liderando brigadas, por mencionar algunas.
El hashtag #19SMX es un ejemplo de cómo los sujetos móviles e itinerantes de la nueva aldea globalizada generan las condiciones para la acción social ante la tragedia. Los usuarios de las nuevas tecnologías se convirtieron en canales de transmisión y movilización desde la sociedad y para la sociedad, dando un giro a los emisores tradicionales de información.
De acuerdo a KeyHole.co, herramienta que mide las conversaciones en la web de Facebook, Twitter e Instagram, del 19 al 26 de septiembre se generaron los siguientes tópicos de conversación en relación a los tres hashtags emblemáticos del suceso, #FuerzaMéxico, #AyudaSismo, #Verificado19S*, obtenido un total de 5,508,470 mensajes.
Figura 1. Los temas alrededor del #sismo
Las plataformas que se establecieron como las favoritas para entablar la conversación fueron Facebook y Twitter, esta última por su cariz informativo, donde a menudo encontramos las noticias de última hora antes que en cualquier medio de comunicación.
En la siguiente figura obtenida de KeyHole.co se puede observar que en término de género, la conversación se inclinó hacia el sexo masculino con un 61% contra 39% femenino.
Figura 2. Conversación en término de género
Las redes sociales también sirvieron para que la noticia diera la vuelta al mundo en cuestión de minutos. Los tres países con mayor número de conversaciones en referencia al sismo fueron España, Estados Unidos y Brasil.
Figura 3. Mapa sobre conversación del sismo
El tono de los mensajes emitidos por los usuarios en referencia al #19SMX revela que el 70% son neutrales y que se relacionan con solicitudes de ayuda. En tanto, encontramos que 20 % mantiene un tono positivo a la información para que finalmente el 10% sean negativos y concernientes a las exigencias de los ciudadanos la donación de dinero de las campañas políticas del próximo año para las labores de reconstrucción.
Figura 4. Análisis de sentimientos
Finalmente, GoogleMaps mostró un Mapa colaborativo de la Ciudad de México con los edificios colapsados, esta iniciativa permitió identificar los puntos con mayores problemas en la capital del país.
De este modo el terremoto del #19SMX manifestó la fuerza de un país y de una generación altruista que emerge de los escombros y le da esperanza a México.
*#Verificado19S es una plataforma digital que verifica y organiza información para hacer más eficiente la respuesta ciudadana tras el sismo del 19 de septiembre 2017.
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