Karla Paniagua Ramírez
Coordinadora de investigación y de la especialidad en Diseño del mañana
Esta serie de televisión creada por Charlie Brooker aborda las paradojas de la tecnología en el mundo contemporáneo, ofreciéndonos ciertas visiones de futuros distópicos y lamentablemente, posibles.
¿Cómo afecta la reputación en las redes sociales nuestra vida cotidiana? ¿Qué pasaría si contáramos con un dispositivo que nos permite revisitar una y otra vez todos los momentos de nuestra vida? ¿Qué fuentes alternas para la generación de energía se habilitarán en los próximos años y cómo impactarán las relaciones sociales? Son algunas de las interrogantes que esta serie aborda en la primera de tres temporadas.
El concepto “espejo negro” hace referencia a la pantalla de televisión y justamente las pantallas tienen un papel protagónico en la serie: monitores de computadora, pantallas de celular, muros transformados en pantallas perennemente encendidas, se hacen presentes capítulo a capítulo.
Esta serie reviste un gran interés no sólo porque pone el acento en las implicaciones éticas de la tecnología, sino porque nos permite entrenar la mente en el pensamiento prospectivo, ejercicio de gran importancia para la toma de decisiones estratégicas en el presente.
La visión prospectiva nos permite pensar en los futuros posibles, probables o preferibles, tomando distancia de la idea de cierto destino irremediable al cual debamos abandonarnos; en cambio nos lanza hacia el acto creativo de diseñar mejores futuros, aun si no vivimos lo suficiente para verlos. En este orden de ideas, contribuir a la antropología anticipatoria resulta una tarea prioritaria para los profesionales de este ámbito.
Encontrarán la serie completa de Black Mirror en Netflix. No se la pierdan.