Verónica Oikión Solano
El Colegio de Michoacán
(Taretan, Michoacán, 1889 – Ciudad de México, 1973) La personalidad de Cuca García inició al integrarse al Partido Socialista Michoacano (1917), identificado con las ideas anticlericales y de avanzada social; elementos del proyecto del general Francisco José Múgica Velázquez y del ala radical de los revolucionarios michoacanos.
Cuca se incorporó al Partido Comunista Mexicano (pcm) al momento de su fundación (1919). Las redes de sociabilidad con la Tercera Internacional Comunista (ic) en México, no sólo la acercaron al imaginario de conquistas del proletariado tras el triunfo de la Revolución de octubre, sino que la alentaron para concretar la emancipación femenina. Su liderazgo en el Consejo Feminista Mexicano, adherido al pcm, la involucró en la problemática de las mujeres trabajadoras. Esa experiencia es un ejemplo de cómo las mujeres de izquierda amalgamaron el radicalismo de la Revolución mexicana con el bagaje comunista, exaltando la revolución mundial.
Fue agente confidencial e intermediaria política del gobernador Múgica (1921-1922). La impronta de su acción desde abajo la habilitó como maestra rural en la región de Zitácuaro con la idea de reducir el analfabetismo y concretar un plan cultural e higiénico, vinculándose al proyecto vasconcelista (1923). También intervino activamente en los congresos de mujeres entre 1923 y 1925.
Fue cuadro dirigente en el Comité Central del PMC (1927), y residió en la Unión Soviética (1929-1930) como miembro de la Comisión Mexicana del Secretariado Latinoamericano de la ic. A su regreso organizó el Departamento Femenil del PCM, con un programa en defensa de las trabajadoras. En los congresos nacionales de obreras y campesinas (1931 y 1933) dejó constancia de sus propuestas sociales; también en el congreso contra la prostitución (1934) y en el congreso socialista femenino de Pátzcuaro (1934).
En el marco de los frentes unitarios, encabezó un liderazgo colectivo pronunciándose en contra del imperialismo, el fascismo y la guerra, y redobló esfuerzos para promover a las mujeres; de aquí surgió el Frente Único Pro Derechos de la Mujer (FUPDM) en 1935, del que fue secretaria general, en el contexto de reformas sociales del gobierno de Lázaro Cárdenas. El FUPDM fue un disenso masivo para construir la ciudadanía femenina y la conciencia feminista. Incluyó demandas educativas, laborales, de salud, agrarias, etcétera, y destacó el reconocimiento de sus derechos políticos. El propio sistema electoral desconoció su triunfo como diputada federal por el distrito de Uruapan (1937). La impugnación de ese desequilibrio político y de género se condensó en las luchas que encabezó para cuestionar la jerarquía masculina y la Constitución de 1917, la cual impedía a las mujeres acceder al sufragio y ser consideradas plenamente como ciudadanas.
Con su salida del PCM (1940) desapareció el FUPDM, sin que el régimen cardenista concretara la reforma constitucional.
En el henriquismo (1950-1953) refrendó el sufragio femenino al frente de la secretaría femenil de la Federación de Partidos del Pueblo Mexicano (FUPDM).
Su figura histórica permanece velada en la historiografía mexicana.
Verónica Oikión Solano
El Colegio de Michoacán